Archivos Textiles del Elqui


Hilar
“Bailar, torcer y luego tejer" . - Margarita Inés Varela.
El proceso de hilado comienza con la preparación de la fibra para hilar, la cual varía según la fibra de la que se trate. La lana utilizada por las tejedoras de Chapilca proviene de ovejas, que antiguamente eran criadas por las mismas tejedoras y sus familias, pero que hoy en día se compra de otros territorios debido a la disminución y casi desaparición de la crianza de ovejas, en gran parte por la sequía y factores asociados al cambio climático y aprovechamiento de aguas por la agroindustria. Algunas hilanderas también realizan hilados con otros tipos de fibras, como lana de alpaca o de llama, pero en menor cantidad y sólo a pedido.
El proceso de obtención de esta materia prima implica mucho tiempo y esfuerzo. El cuidado de las ovejas, su crianza, alimentación y mantención forma parte importante de la cadena de procesos y cuidados que implica tejer. Las plantas tintóreas también forman parte de esta cadena, y de cuidados y procesos.
Las chapilcanas usan lana de oveja para hilar, principalmente de raza suffolk. El hilado se hace con el vellón de lana sin lavar, la lanolina (grasa natural) facilita que se adhieran las hebras. El hilar la lana sucia le da un tono especial una vez teñida y también una consistencia distinta, muy característica de los tejidos chapilcanos.
Para hilar hay que ir desprendiendo con la mano las fibras del vellón, alargándolas con los dedos para ir formando un hilo continuo que se va torciendo y enroscando en el huso con movimientos rotatorios que se van haciendo al girar el huso con los dedos. Muchas chapilcanas hilan con el huso sobre un plato, para hacerlo “bailar” con más facilidad. El hilo que se obtiene mediante el hilado con huso es de una sola hebra. Para que soporte la tensión de la urdimbre en el telar, debe contar con dos hebras, proceso que se realiza con la torsión.

